sábado, 21 de marzo de 2009

Salud y Atención Farmacéutica en Cooperación y Acción Humanitaria I

"En los próximos días PANACEA publicará un reportaje extenso, del cual éste es su primer capítulo, escrito por Paqui Pérez Gálvez, Estudiante de 6º de Medicina en la UAH."


El título parece resumir una obviedad que no aporta nada nuevo: nosotros tenemos muchos recursos, y debemos compartirlos con los que tienen pocos. Lamentablemente, no se trata de algo tan sencillo.



EL CURSO
Hemos tenido en estos días la posibilidad de entrar en contacto con la ONGD Farmamundi, a través de un curso sobre cooperación internacional en materia de medicamentos en la Facultad de Farmacia.

A lo largo de una semana, todas las tardes hemos recibido un “primer contacto” con este ámbito de mano de profesionales de diversos ámbitos, con exposiciones que más bien parecían mesas redondas. No sólo nos han dejado preguntar, sino que han contestado a cuestiones que ni siquiera nos hubiéramos planteado.

El comienzo, desde la perspectiva de estudiantes de medicina, no pudo ser peor. Desafortunados comentarios sobre gente en el primer mundo medicándose por “que les ha dejado el novio”, o despilfarros en medicinas que van luego enteras a la basura “porque el médico debería haberse dado cuenta de que el paciente no las tomaba, y no habérselas recetado”, nos dejaron mal sabor de boca la primera jornada. Huelga decir que la administración de tratamientos a los pacientes, pasa por una rigurosa evaluación de circunstancias limitantes de la vida normal de un individuo, que no podemos ser padres de nadie y que se nos puede engañar, como a todo el mundo. Comprendimos pronto, que unos ejemplos mal improvisados no debían empañar todo lo que nos estaban aportando.


EL DESARROLLO

Desde las movilizaciones del 0,7% no habíamos reparado mucho en el porcentaje que el gobierno destina al desarrollo de otros países con peores infraestructuras, o que el subdesarrollo económico de muchos países se puede combatir con ideas sencillas. No basta la buena voluntad para ayudar a la gente, hay que saber cómo hacerlo.

Al colaborar con ONG’s en la edificación de hospitales, escuelas, o realizando trabajos allí en verano, no pensamos demasiado en que luego generan unos gastos y exigen una organización que si no se prolonga en el tiempo, acabará en ruinas. El conocer que hay organizaciones que tienen contactos en las diferentes comunidades que queremos ayudar, que conocen las necesidades locales y pueden coordinar y optimizar todo el esfuerzo invertido para que no acabe como un hecho aislado, ha sido una novedad. Es una idea escondida en palabras que tantas veces había escuchado: ONG para el Desarrollo. Enviar medicinas gratuitamente, sin duda es bueno, pero se comprende fácilmente que es mejor comprar medicinas en el mercado local y activarlo para que sea rentable y accesible económicamente a la comunidad para el futuro.



Paqui Pérez Gálvez
Estudiante de Medicina
Universidad de Alcalá

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