miércoles, 25 de marzo de 2009

Primavera

“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”
Pablo Neruda

Es curiosa la vuelta de la Primavera a la Facultad. Cada año vuelve a finales de marzo para cargarnos de alegría y darnos un empujoncito de esperanza. Los inviernos suelen ser duros: el frío, los exámenes… pero llega el sol y a todos nos cambia la cara. Es un despertar. El calor se nota en la piel y se empieza a ver a la gente en el césped tomando algo, charlando, jugando a las cartas, tocando la guitarra…

Definitivamente la Primavera le da otro aire a la vida universitaria. De hecho, es la mejor época del año para el día a día de las clases. El otoño lo pasamos echando de menos el verano, en verano no queremos ni oler la Facultad y en invierno ya lo he dicho. Pero la Primavera es distinta. No sé por qué, pero hace olvidar los problemas y descansar la mente.

Además de todo esto, la Primavera trae consigo expectativas de superación: “Este cuatrimestre voy a estudiar más”. Aunque bien es sabido que el buen tiempo y el estudio nunca fueron buenos compañeros. Pero el propósito está ahí.

Ojalá todo el mundo, cada uno en su ámbito se hiciera el mismo propósito. Sería bonito ver a algunos profesores decir: “Este cuatrimestre me voy a esforzar más en dar mejor mis clases” O mejor aún, ese profesor de asignatura cuatrimestral de primer curso que ha vuelto a suspender al 90% de la clase y piensa: “Algo estaré haciendo mal. Esto no es normal. Venga, el año que viene voy a hacer un programa más adecuado y una evaluación más objetiva”. Aunque esto es una utopía…

Pero ahí entra la labor de la Representación Estudiantil. Ya que la utopía es utopía, habrá que luchar para conseguir los objetivos. Y ahí sí tiene que existir ese espíritu de superación. Y ahí sí que existe. “Este cuatrimestre voy a lograr cambiar el programa de esta asignatura que viene siendo un calvario para los estudiantes”. O también: “Este cuatrimestre vamos a organizar el mejor Patrón de la historia”.

Por tanto, la Primavera es un cúmulo de buenas intenciones y espíritu de superación. Esperemos que todo el que se lo proponga, consiga cumplir sus objetivos. Y esperemos que, aunque corten algunas de nuestras flores, sean incapaces de parar nuestra Primavera.


25 de marzo de 2009
Carlos S. Piñel Pérez
Director de PANACEA

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