martes, 24 de marzo de 2009

Salud y Atención Farmacéutica en Cooperación y Acción Humanitaria IV

"Cuarto y último capítulo del Reportaje de Paqui Pérez Gálvez"


LA AYUDA

Aproximadamente el 90% de los medicamentos se dedican a combatir el 10% de las enfermedades, mientras el 90% de los enfermos se beneficia tan sólo del 10% de los medicamentos. Es por ello que las Naciones Unidas han fijado una lista de los medicamentos esenciales para la vida, con la que, por supuesto, cada país se identifica en mayor o menos medida según sus necesidades, que cubren la mayoría de las enfermedades más comunes.


Los cálculos de rentabilidad también pueden jugar del lado de los desfavorecidos. Gracias a las ONG’s que se han especializado en la distribución de medicación en el tercer mundo, sin descuidar el fomento del desarrollo sostenible y la fabricación y dispensación local en donde ha sido posible, se optimizan los recursos de tres formas:
-con los contactos establecidos en casi todos los países, se definen los medicamentos necesarios para esa comunidad,
-con las empresas farmacéuticas, se adquieren los principios activos en condiciones privilegiadas,
-con la producción para envases de suministro comunitario, se reducen los gastos en envoltorios de dispensación.

Es por ello que muchas otras ONG’s envían sus ayudas a través de Farmamundi, el asesoramiento sobre lo necesario, la colaboración para el envío evitando aranceles o discrepancias en destino, la colaboración para el desarrollo de la distribución local en caso de existir... son pequeños grandes pasos para ayudar con eficacia.

Situaciones como catástrofes naturales, tan imprevisibles como esperables, cada vez son mejor gestionadas, por ejemplo, a través de kits prefabricados y preparados con todo lo necesario para el cuidado de grupos poblacionales. Medicamentos, material quirúrgico, productos de higiene básica... todo se ha estudiado y diseñado para en el mínimo espacio aportar la mayor ayuda posible.


EL FUTURO
El 2015, si se cumplen parte de los objetivos fijados por las Naciones Unidas, habrá mucho camino recorrido, pero quedará mucho por hacer. Todavía en 130 países la gente se ve obligada a vivir con menos de un dólar al día.


En un mundo donde las comunicaciones aumentan a velocidad vertiginosa, y casi el 40% de las personas vive fuera de su lugar de origen, los retos no sólo se centran en el desarrollo de los países tropicales, sino también en la atención a la pobreza que persigue a los que consiguen emigrar a países desarrollados y por sus costumbres, idioma, o condiciones socio-económicas que les persiguen, les hacen sufrir un peor trato o tratamiento que el que deberían recibir. No necesariamente discriminatorio, sino por falta de estudios focalizados y estrategias poblacionales, o formaciones continuadas de profesionales para saber a qué enfrentarse salvando barreras de idioma o conocimiento de las enfermedades que pueden arrastrar desde su lugar de procedencia.



Por otra parte, se requieren fondos para el desarrollo de vacunas que, con una dedicación menor que el gasto anual que pueda tener cualquier gobierno en armamento o en apoyo a crisis económicas, podría obtener grandes resultados (en proporción, dado que la inversión anterior fue muy escasa y se obtuvieron grandes avances, como la vacuna que protege en un 65% contra la malaria).Sin duda, es en acciones como este curso en las que tomamos conciencia del punto en que nos encontramos, para empezar a buscar la manera en la que nuestro esfuerzo puede ser más provechoso. No puedo dejar de recomendarlo, agradeciendo que dos créditos de libre elección, han sido realmente tiempo aprovechado.
Paqui Pérez Gálvez
Estudiante de Medicina
Universidad de Alcalá

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