lunes, 23 de marzo de 2009

Salud y Atención Farmacéutica en Cooperación y Acción Humanitaria III

"Tercer capítulo del reportaje de Paqui Pérez Gálvez"


LAS ENFERMEDADES

La medicina en estos países cada vez está más alejada de la medicina en los países desarrollados. Las medidas higiénico-sanitarias, como un simple sistema de alcantarillado, o potabilización del agua, marcan grandes diferencias.

Debido a la falta de detección, una negligencia en su control, ausencia de tratamientos suficientes contra las resistencias, inexistencia de seguimiento de los enfermos, y la falta de infraestructuras sanitarias, falta de formación, convivencia con animales... multiplican la morbi-mortalidad de enfermedades como la tuberculosis, con un tercio de la población mundial infectada y siendo la primera causa de muerte por un solo agente etiológico.

Otras enfermedades con gran prevalencia son las que se conocen como Enfermedades Olvidadas, aquellas en las que no se sigue investigando porque no es significativa en países desarrollados con vistas al valor de mercado de los avances necesarios para combatirlas. Entre ellas se encuadran las parasitosis, con el problema de que la convivencia con la enfermedad se prolonga durante muchos años, y ello favorece las resistencias.

Como comentaba una de las ponentes, al estudiar los manuales clásicos de medicina interna, sorprende que algunas enfermedades tropicales se sigan tratando con los mismos principios que hace cincuenta años. La ingenuidad nos llevó a muchos a pensar que era porque eran eficaces, cuando la realidad esque no es rentable investigar en fórmulas más eficaces (o incluso en conocer bien las que se usan ahora, como es el caso de la artemisina usada contra la malaria, que era un remedio tradicional, a falta de éxito con otras tentativas).

Otro caso curioso es el de la enfermedad de Chagas, para la que ni siquiera existen dosis de medicación adaptadas para niños suficientemente estudiadas, cuando se trata de una enfermedad que en 25 años puede ser mortal y bien se pueden infectar.


LAS REPERCUSIONES

La gravedad de estas enfermedades no es el único obstáculo al que se enfrentan las personas afectadas. Falta un importante trabajo de información y concienciación aquí donde un miembro de la familia es considerado en la medida en que le es productivo, o se aisla socialmente a las personas que se considera potencialmente contagiosas (incluso moralmente reprobables, como es el caso de enfermedades de transmisión sexual), o interpretadas como algún tipo de manifestación religiosa (convulsiones, tomadas como posesiones demoníacas).

Un factor añadido es la situación de indefensión en la que se encuentra la mujer en la mayoría de estas sociedades. A la falta de igualdad de género con la desinformación adicional que conlleva sobre salud reproductiva, hay que sumar que las guerras, exilios políticos... la convierten además en víctimas de violencia sexual, moneda de cambio y receptoras de portadores de enfermedades de otras regiones,o embarazos indeseados.


LA ESPERANZA





Contra la temperatura cálida, la humedad, la falta de recursos, los cambios climáticos, las catástrofes naturales... muchas batallan se ganan con medidas sencillas, a base de esfuerzo e ingenio. Tal es el caso de todas las enfermedades cuyos ciclos biológicos conocemos bien, y se pueden atacar desde el vector de transmisión, como es el caso de la malaria, el dengue, la enfermedad de Chagas y tantas otras que transmiten los mosquitos. Desde mosquiteras, hasta pinturas con insecticidas inocuos para el ser humano, se están aplicando medidas que están consiguiendo una reducción tan significativa que hasta en África, que es donde más problemas se han encontrado, se están reduciendo las incidencias de estas enfermedades.
Paqui Pérez Gálvez
Estudiante de Medicina
Universidad de Alcalá

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