sábado, 17 de enero de 2009

Científicos españoles ensayan una vacuna contra el VIH


¿El comienzo del fin? Todos los medios de comunicación se hacen eco en los últimos días de una noticia esperanzadora y con acento español. Los Hospitales Gregorio Marañón (Madrid) y Clínico de Barcelona van a probar una vacuna experimental patentada por el CSIC.

No obstante, el español no es el primer intento de conseguir la prevención de este virus, causante de la enfermedad conocida como Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (SIDA). Ya se han patentado 15 posibles vacunas en todo el mundo, la mayoría sin resultados positivos. ¿Será el intento español otro intento fallido o no?


El ensayo clínico está en fase I, con 30 humanos sanos. Los voluntarios no corren el riesgo de infectarse con el VIH, pues la vacuna no contiene virus vivos. En realidad, la vacuna (que han llamado MVA-B) consta de 4 antígenos modificados del subtipo B del VIH (el más prevalente en Europa), que utilizan de transportador una versión modificada del virus empleado en la vacuna contra la viruela: el poxvirus MVA.

El objetivo del estudio es valorar si se consigue la producción de una respuesta inmunológica contra estos antígenos, fundamentalmente celular. De ser así, en teoría, la vacuna prevendría el desarrollo de la enfermedad conocida como SIDA, pero no la infección por el VIH, que infectaría al huésped, quedando latente de por vida en su organismo, pero sin producir la enfermedad. Así, entre otras cosas, se evitaría el tratamiento de por vida de los infectados.

El experimento ha arrojado resultados prometedores en ratones y monos, pero se desconoce si va a tener la misma eficacia en humanos.

Aunque la noticia puede levantar mucha expectativas, no hay que ser excesivamente optimistas. En primer lugar, porque es un proyecto a largo plazo. Una vez demostrada la eficacia en este sentido, habría que comprobar si, en efecto, los vacunados que se infecten no desarrollan el SIDA.

Además, en la opinión de PANACEA, hay varias preguntas por resolver, como, por ejemplo, ¿qué pasaría si los vacunados entrasen en una situación de inmunodepresión por fármacos o alguna enfermedad? Y otra duda que nos surge inevitablemente es, ¿cómo van a realizar las fases siguientes del ensayo? ¿Infectando a humanos sanos con el VIH?

El tiempo dirá… y PANACEA os lo contará.



17 de enero de 2009
Comité Científico de PANACEA

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